Tratamiento rehabilitador en los esguinces metacarpofalángicos del pulgar
Lesión frecuente y clave para la función: el esguince del pulgar
Los esguinces metacarpofalángicos del pulgar afectan a los ligamentos que estabilizan la base del primer dedo, en especial el ligamento colateral cubital, que se lesiona con frecuencia en caídas o gestos de tracción forzada. Esta lesión es común en deportes como el esquí, pero también en caídas cotidianas o traumatismos laborales. Aunque puede parecer una lesión menor, el pulgar es esencial para la prensión, la pinza y la función global de la mano. En Incot Valencia, damos mucha importancia al tratamiento rehabilitador tras este tipo de esguinces, ya que una recuperación incompleta puede derivar en inestabilidad crónica, dolor persistente y pérdida de fuerza funcional.
En qué consiste el tratamiento rehabilitador y cuándo iniciarlo
La rehabilitación se inicia una vez superada la fase aguda o postquirúrgica, cuando la inmovilización ya no es necesaria. El tratamiento se centra en recuperar movilidad, fuerza, estabilidad articular y propiocepción del pulgar, todo de forma progresiva y controlada. Se combinan técnicas de terapia manual, ejercicios activos guiados y trabajo neuromuscular para reeducar la función de pinza. En Incot, ajustamos la intensidad y el ritmo según el grado del esguince (leve, moderado o severo) y si ha sido tratado de forma conservadora o con cirugía. La implicación del paciente y el seguimiento constante son claves para evitar recaídas o secuelas funcionales.
Enfoque Incot: recuperación funcional completa con seguimiento experto
En Incot Valencia, el tratamiento rehabilitador de los esguinces del pulgar está dirigido por la Dra. Eva Guisasola, en coordinación con el equipo de cirugía de mano. Esto garantiza que cada fase del proceso esté alineada con la evolución anatómica del ligamento y las necesidades funcionales del paciente. Utilizamos protocolos específicos para este tipo de lesión, con adaptación según la actividad habitual del paciente: desde tareas cotidianas hasta deportes o trabajo manual. El objetivo es claro: recuperar estabilidad sin dolor, devolver la fuerza de pinza y asegurar un pulgar funcional y estable para evitar problemas crónicos a medio o largo plazo.
Preguntas frecuentes
¿Cómo saber si se trata de una fractura de muñeca o solo una fisura?
Una fractura de muñeca implica una rotura evidente del hueso, mientras que una fisura es una pequeña grieta sin desplazamiento. Nuestro equipo en el centro de traumatología utiliza pruebas como TAC o RX para detectar diferencias y así elegir el tratamiento más preciso y seguro para cada tipo de lesión.
También valoramos, en casos determinados, el uso de artroscopia de muñeca como técnica mínimamente invasiva para una evaluación más precisa del daño articular.
¿Cuánto tiempo tarda en curarse una fractura de muñeca?
El tiempo de curación de una fractura de muñeca varía según la complejidad, edad y estado general del paciente. Por lo general toma entre 6 y 12 semanas. En Incot, realizamos seguimiento continuo y rehabilitación guiada por traumatólogos. Así aseguramos restablecer función y fuerza muscular con total seguridad.
En determinados casos, la artroscopia se convierte en una opción avanzada que permite intervenir con mayor precisión y acelerar el proceso de recuperación.
¿La fisioterapia es imprescindible tras una fractura de muñeca?
Sí, la fisioterapia es fundamental para recuperar movilidad y fuerza después de una fractura de muñeca. Nuestros traumatólogos y fisioterapeutas trabajan en equipo para diseñar ejercicios personalizados, progresivos y seguros. Este enfoque integral acelera la recuperación funcional, previene rigidez y permite una vuelta a las actividades cotidianas de manera óptima.
Cuando se requiere intervención quirúrgica, optamos por técnicas mínimamente invasivas que reducen el impacto físico y permiten una rehabilitación más eficaz desde etapas tempranas.
¿Se puede evitar una fractura de muñeca con prevención?
Sí, es posible prevenir una fractura de muñeca fortaleciendo la musculatura y usando medidas de protección en actividades de riesgo. El traumatólogo de mano puede evaluar factores de riesgo y recomendar ejercicios, soportes o cambios en hábitos. En nuestra clínica promovemos prevención activa para reducir la incidencia de lesiones óseas.
En casos complejos, contamos con procedimientos avanzados de visualización interna que permiten detectar lesiones articulares antes de que evolucionen hacia fracturas mayores.