Las inestabilidades mediocarpianas son una patología provocada por la descoordinación en el movimiento entre la hilera proximal y distal del carpo. Suelen ser palmares por insuficiencia en los complejos ligamentosos volares de la muñeca.
Este tipo de inestabilidad no suele ser de origen traumático aunque el paciente suele acudir a la consulta tras una caída, traumatismo o sobrecarga tras los cuales suelen detectar la inestabilidad acompañada de dolor. Esa inestabilidad es a modo de un “CLUNK” en el dorso de la mano cuando pasan de la posición de desviación radial a la desviación ulnar.
Es importante tener claro que este tipo de inestabilidades suelen mejorar tras un tratamiento rehabilitador específico, evitando en la práctica totalidad llegar a una reparación quirúrgica.
¿QUÉ TRATAMIENTOS APLICAMOS A ESTOS PACIENTES CUANDO ACUDEN A CONSULTA?
Si la inestabilidad manifiesta va acompañada de dolor, colocaremos al paciente una ORTESIS, confeccionada a medida, que llevará durante 2 semanas ininterrumpidamente. Esta deberá ejercer una presión volar sobre el hueso pisiforme y una contrapresión sobre la estiloides ulnar para contener la inestabilidad. Podremos retirarla para realizar un programa diseñado de ejercicios, el cual deberemos mantener (explicándoselo así al paciente), como mínimo de 6 a 8 semanas.
Se diseñará un programa de ejercicios de contracción isométrica del Extensor Carpi Ulnaris (ECU), y de contracción conjunta del ECU y del FCU (Flexor Carpi Ulnaris). La activación de ambos músculos van a contribuir a compensar la laxitud ligamentosa.
Además añadiremos un trabajo de estimulación propioceptiva progresiva de los ligamentos volares ulnares afectados.
Para más información puedes consultar nuestro artículo publicado en la Revista Iberoamericana de Cirugia de la Mano, donde lo explicamos de manera más detallada:
Dra. Eva Guisasola Lerma
Unidad de Cirugia de la Mano y Miembro Superior Valencia