La artrosis de los dedos y las manos es la segunda forma de artrosis más frecuente en la sociedad española, después de la artrosis de rodilla, alcanzando hasta un 6% de la población. Es el tipo de artrosis que más afecta a las mujeres, sobre todo tras la menopausia y suele existir una tendencia hereditaria a desarrollarla. Aunque su localización más característica es en la base del dedo pulgar, conocida comúnmente como rizartrosis, también puede aparecer en el resto de dedos de la mano. La articulación entre los metacarpianos y las falanges se degenera especialmente en las personas que realizan, durante muchos años, trabajos pesados con las manos como son los trabajadores de la construcción y los oficios manuales. El cartílago que se encuentra entre dos huesos sirve para reducir la fricción y facilita que el movimiento articular sea más natural e indoloro. En la artrosis, se produce la destrucción de este cartílago articular.

¿QUÉ SÍNTOMAS PRODUCE?

Los principales síntomas que aparecen en la artrosis de los dedos de la mano son:

La combinación de todos estos síntomas puede producir que las tareas habituales de la vida diaria resulten difíciles de realizar.

¿CÓMO SE DIAGNOSTICA?

El diagnóstico de la artrosis de los dedos de las manos es fundamentalmente clínico. La evaluación médica de cada dedo buscando deformidades y nódulos y valorando la movilidad nos da una idea de la afectación articular. La confirmación de la patología suele realizarse mediante el estudio radiográfico de las manos. La radiografía es una técnica diagnóstica que nos permitirá saber qué articulación está dañada y el grado de afectación que presenta.


 

¿QUÉ TRATAMIENTOS EXISTEN?

El tratamiento conservador incluye ejercicios de movilidad en agua caliente para controlar el dolor y mantener las articulaciones flexibles junto con analgésicos o antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) para calmar el dolor y la inflamación. Ocasionalmente se pueden realizar infiltraciones de corticosteroides intraarticulares. Cuando la artrosis está muy avanzada y no son efectivos estos tratamientos, puede requerirse la realización de un tratamiento quirúrgico. El tratamiento quirúrgico para la artrosis de la mano y los dedos se emplea para aliviar el dolor e intentar restaurar la función. Dentro de los posibles tratamientos, los más aceptados son la artrodesis o fijación de la articulación y las artroplastias o prótesis articulares.


 

¿DE QUÉ DEPENDE QUE SE REALICE UN TRATAMIENTO QUIRÚRGICO U OTRO?

Una vez que todas las medidas conservadoras han fracasado, se indica en tratamiento quirúrgico en los pacientes en los que la enfermedad interfiere con las actividades básicas de la vida diaria ya sea por pérdida de funcionalidad o bien por dolor continuo. La recomendación de artrodesis o artroplastia por parte del cirujano depende de varios factores:

El cirujano de la mano puede ayudar a decidir cuál es el tipo de intervención más adecuada para cada caso. En caso de realizarse la cirugía, la rehabilitación postoperatoria es muy importante para conseguir un resultado óptimo.